Unos niños pequeños que llegaron de Monterrey a Estados Unidos en una época en donde el racismo predominaba en la frontera y donde los equipos de Estados Unidos estaban confiados en ganar la Liga Mundial Infantil. El equipo de mexicanos se preparó únicamente durante 4 semanas y lograron lo más increíble gracias a su tenacidad, esfuerzo y confianza en si mismos además de un gran trabajo en equipo, lo cual demuestra que con una buena actitud si se pueden alcanzar los sueños. Ángel Macías al frente de un equipo de 9 jóvenes estrellas lanzó un juego perfecto, único en su clase y jamás repetido hasta le fecha, lo cual los convirtieron en México y EU en héroes reconocidos por sus amigos, su gente e incluso los mandatarios de ambos países, ganándose el cariño y respeto de grandes estrellas profesionales de baseball de aquella época y quedando en la memoria y el corazón de miles de personas. Después de la victoria, el equipo de las Ligas Pequeñas de Monterrey fue a la Casa Blanca para desayunar con el Presidente Dwight Eisenhower. Los jóvenes también conocieron ha Lyndon B. Johnson y Richard Nixon y pasaron un día en Ebbets Field con los Dodgers.
No hay comentarios:
Publicar un comentario